Transcribe
Translate
El Laberinto, 1971-1987
More information
digital collection
archival collection guide
transcription tips
--[upside down exclamation point]Chinga su madre! Yo trabajo hasta las, pero nomas! --[upside down exclamation point] Juimonos compadre, que nos estan esperando! En eso pasaron por el anexo de la oficina para depositar sus cascos. En unos minuots iban en camino a la cantina. "Noestaqui". Al entrar, Cecilio fue el primero en saludar a Pepe, el cantinero. --[upside down exclamation point]Quihubo, pepe? Avientos unas cheves, pero que esten heladas! --[upside down question mark]Como les fue, hoy muchachos? Reppico el cantinero mientras les ponia un bote de crveza helada a cada uno. --[upside down exclamation point]La frigea estubo bruta hoy! Fue la contestacion de Benigno. --Esperense un rato muchachos. No tardan en llegar las chamaconas. El cantinero tenia razon. El "Noestaqui" se habia convertido en lugar frecuentado por media docena de "peseteras". Estas peseteras, aunque ilegales, eran buenas para el negocio. Por una pesta, los clientes se compraban el lujo de bailar con una muchacha. Estos a su vez consumian mas de esas cervezas heladas. Cecilio y Benigno bebieron por un par de horas mas cuando empezaron a llegar las animadoras. Cecilio sintio alivio al recordar que aun tenia un billete de diez dolares que le habia prestado el Senor Wilson. Acercandose a una de la mesas, Cecilio murmuro: --[upside down question mark]Que paso chulota? Vamos a bailar. La guera artificial se levanto automaticamente. Al llegar al centro de la pequena pista los dos se abrazaron. La pieza era una de esas polokas movidas que tanto le gustaban a Cecilio. En cambio, a la guera todas las piezas le venian igual. Una pieza, una peseta, una pieza, una peseta. Benigno tambien bailo, tras la insistencia de Cecilio. Bailo un par de piezas y se sento a tomarse sus "cheves" heladas. Cecilio no. Disfrutar tanto con la guerra que siguio baillando con ella y tomando. Ella se tomo dos copas de algo que Cecilio no supo que habia sido. Al pagar por la tanda, se dio cuenta que solo le quedaban dos dolares. Cecilio sabia que todo lo que ocurria en las cantinas resultaba ser inocente. Nunca se habia encontrado a una mujer en esos lugares que lo llevara a su apartamento o casa. Y Cecilio entendia bien que ni el senor Wilson ni nadie le podia prestar bastante dinero como para alquilar un cuartucho en un motel barato para disfrutar plenamente con una de las preseteras. Su aventura se limtaba a las cuatro paredes de la cantina. Su aventura duraba exactamente lo que su poco dinero duraba. No se despidio de la guera, simplemente se aparto de ella. Cecilio y Benigono anduvieron varias cuadras vacilando y riendose a carcajadas. La cerveza y el ambiente los habia puesto en un estado del cual no querian salir. Al poco rato de caminar, la realidad cayo sobre los dos, pero fue Cecilio quien reacciono primero. --[upside down question mark]Como le voy a hacer para pagarle sus pinches diez dolares al jefe? Penso Cecilio. Su cara expreso mas seriedad y Benigno le pregunto: --[upside down question mark]Que te pasa comadre? Parce que de repente te acordaste de algo muy serio. Cecilio le comunico a su compadre lo que tenia pensativo. De buen humor, Benigno de difo: --Anda hombre, pa' que te preocupas. Robate una bateria y manana se la das al gringo. Siguiendo el consejo de Benigno, Cecilio intendo robarse una bateria de un flamante Ford ultimo modelo. La calle no estaba muy alumbrada pero de todas maneras Cecilio pudo ver que el carro estaba limpio y se veia muy bien cuidado. Estaba seguro que este carro tenia una buena bateria, y quizas hasta una nueva. Desgraciadamente no pudo ver que alguien le espiaba y que silenciosamente marcaba un numero telefonico. Al poco rato aparecio un carro de tipo muy conocido a la cuadra. Benigno fue el primero en ver al carro policiaco y muy apenas alcanzo a avisarle a su compadre cuando dio fuega. Cecilio intento imitarlo en su fuga, pero como era mas lento, los policias se decidieron seguirlo a el. A las dos cuadras, uno de los policias se bajo del carro para [2 arrows pointing to the right on each side of text] CONTINUED ON PAGE 14 9
Saving...
prev
next
--[upside down exclamation point]Chinga su madre! Yo trabajo hasta las, pero nomas! --[upside down exclamation point] Juimonos compadre, que nos estan esperando! En eso pasaron por el anexo de la oficina para depositar sus cascos. En unos minuots iban en camino a la cantina. "Noestaqui". Al entrar, Cecilio fue el primero en saludar a Pepe, el cantinero. --[upside down exclamation point]Quihubo, pepe? Avientos unas cheves, pero que esten heladas! --[upside down question mark]Como les fue, hoy muchachos? Reppico el cantinero mientras les ponia un bote de crveza helada a cada uno. --[upside down exclamation point]La frigea estubo bruta hoy! Fue la contestacion de Benigno. --Esperense un rato muchachos. No tardan en llegar las chamaconas. El cantinero tenia razon. El "Noestaqui" se habia convertido en lugar frecuentado por media docena de "peseteras". Estas peseteras, aunque ilegales, eran buenas para el negocio. Por una pesta, los clientes se compraban el lujo de bailar con una muchacha. Estos a su vez consumian mas de esas cervezas heladas. Cecilio y Benigno bebieron por un par de horas mas cuando empezaron a llegar las animadoras. Cecilio sintio alivio al recordar que aun tenia un billete de diez dolares que le habia prestado el Senor Wilson. Acercandose a una de la mesas, Cecilio murmuro: --[upside down question mark]Que paso chulota? Vamos a bailar. La guera artificial se levanto automaticamente. Al llegar al centro de la pequena pista los dos se abrazaron. La pieza era una de esas polokas movidas que tanto le gustaban a Cecilio. En cambio, a la guera todas las piezas le venian igual. Una pieza, una peseta, una pieza, una peseta. Benigno tambien bailo, tras la insistencia de Cecilio. Bailo un par de piezas y se sento a tomarse sus "cheves" heladas. Cecilio no. Disfrutar tanto con la guerra que siguio baillando con ella y tomando. Ella se tomo dos copas de algo que Cecilio no supo que habia sido. Al pagar por la tanda, se dio cuenta que solo le quedaban dos dolares. Cecilio sabia que todo lo que ocurria en las cantinas resultaba ser inocente. Nunca se habia encontrado a una mujer en esos lugares que lo llevara a su apartamento o casa. Y Cecilio entendia bien que ni el senor Wilson ni nadie le podia prestar bastante dinero como para alquilar un cuartucho en un motel barato para disfrutar plenamente con una de las preseteras. Su aventura se limtaba a las cuatro paredes de la cantina. Su aventura duraba exactamente lo que su poco dinero duraba. No se despidio de la guera, simplemente se aparto de ella. Cecilio y Benigono anduvieron varias cuadras vacilando y riendose a carcajadas. La cerveza y el ambiente los habia puesto en un estado del cual no querian salir. Al poco rato de caminar, la realidad cayo sobre los dos, pero fue Cecilio quien reacciono primero. --[upside down question mark]Como le voy a hacer para pagarle sus pinches diez dolares al jefe? Penso Cecilio. Su cara expreso mas seriedad y Benigno le pregunto: --[upside down question mark]Que te pasa comadre? Parce que de repente te acordaste de algo muy serio. Cecilio le comunico a su compadre lo que tenia pensativo. De buen humor, Benigno de difo: --Anda hombre, pa' que te preocupas. Robate una bateria y manana se la das al gringo. Siguiendo el consejo de Benigno, Cecilio intendo robarse una bateria de un flamante Ford ultimo modelo. La calle no estaba muy alumbrada pero de todas maneras Cecilio pudo ver que el carro estaba limpio y se veia muy bien cuidado. Estaba seguro que este carro tenia una buena bateria, y quizas hasta una nueva. Desgraciadamente no pudo ver que alguien le espiaba y que silenciosamente marcaba un numero telefonico. Al poco rato aparecio un carro de tipo muy conocido a la cuadra. Benigno fue el primero en ver al carro policiaco y muy apenas alcanzo a avisarle a su compadre cuando dio fuega. Cecilio intento imitarlo en su fuga, pero como era mas lento, los policias se decidieron seguirlo a el. A las dos cuadras, uno de los policias se bajo del carro para [2 arrows pointing to the right on each side of text] CONTINUED ON PAGE 14 9
Campus Culture
sidebar